viernes, 22 de mayo de 2020

IU Y PCE CONDENAN LAS AMENAZAS REALIZADAS CONTRA EL CONCEJAL GUILLERMO UBIETO Y EL CLIMA DE CRISPACIÓN PROPICIADO POR EL DISCURSO DE LA EXTREMA DERECHA

 

Durante los últimos meses hemos asistido a una escalada en la agresividad del discursos de la extrema derecha y consideramos un error atribuir esta situación a un fenómeno coyuntural achacable a la crisis derivada de la pandemia COVID-19.

 

Tan sólo dos días después de conocerse los resultados de las elecciones generales del 10N (cita en la que la extrema derecha irrumpió con fuerza en el parlamento) apareció en la sede de IU y PCE, un calendario con las imágenes del yugo, las flechas, Franco, Primo de Rivera y el lema “Arriba España”. La cosa no quedó ahí, pues coincidiendo con los días en los que la dirección local de IU celebra su reunión semanal, la misma tarjeta de presentación aparecía, y así hasta en cuatro ocasiones.

 

Le siguieron dos actos vandálicos en el monumento a Pasionaria situado en el Parque Dolores Ibárruri, manchando de pintura roja la placa del partido comunista o plasmando mensajes insultantes. Otros murales de la ciudad como los situados en el Centro Cívico corrieron misma suerte.

 

Y empezaron a subir el tono en redes sociales, reproduciendo el mantra del mensaje de odio de vox que pone el foco en colectivos minoritarios a los que culpa de todos los males: inmigrantes, colectivo lgtbi, gente de izquierdas, del mundo de la cultura etc. Y ahora asistimos a la cristalización de un camino trazado cuyo rastro podemos seguir a través de los hechos descritos.

 

Estas amenazas deben ser consideradas como un peligro social, un ataque a las bases de la convivencia y no se pueden entender sin contextualizarlas en un clima creado de forma deliberada y premeditada. Cuando se pacta con la ultraderecha en las instituciones, cosa que no pasa en otros países de Europa, se normaliza su discurso, ayudando a percibir su mensaje como legítimo.

 

Y no, no todo es legítimo, porque poner el foco sobre colectivos vulnerables indefensos, negar realidades tan crueles como la violencia de género o banalizar conceptos tan serios como “golpe de estado” poco tienen que ver con proponer un proyecto de sociedad, sino un ataque directo a los principios democráticos.

 

No se puede normalizar ni justificar un mensaje impregnado de odio, ni la estrategia de confrontación y crispación social, porque cuando se tensa tanto la cuerda se acaba rompiendo, y hay personas de extrema derecha que se sienten alentadas, legitimadas, a cruzar las líneas que dicho discurso ha difuminado paulatinamente.

 

Hoy han amenazado a Guillermo, una persona públicamente conocida y expuesta, pero ¿cuantas personas anónimas habrá o estarán hoy sufriendo diferentes muestras de rechazo o intimidación fruto del clima de crispación alimentado por la ultraderecha?

 

Nos preocupa y condenamos las amenazas a nuestro compañero, tanto él como las acciones legales emprendidas, tienen todo nuestro apoyo. Si bien nuestra responsabilidad nos lleva a ir más allá, condenando todo ataque a las libertades y derechos de cualquier vecino y vecina de Miranda, pues subyace un trasfondo mucho más grave, la consolidación de un fascismo pueril que se empieza a colar por las grietas quebrando la convivencia.

 

Hacemos un llamamiento a la responsabilidad, a no entrar en provocaciones, nuestras ideas no nos permiten rebajarnos a este nivel y animamos a la sociedad civil a combatir el fascismo con la palabra, la solidaridad y el apoyo mutuo. Hace poco nos dejó Julio Anguita, hombre de paz, pero su legado y el de tantos y tantas otras luchadoras debe perdurar, lo contrario sería alimentar ese monstruo nostálgico de un pasado oscuro, y por ende, fallarle a la sociedad.

 

No queremos tampoco dejar de reconocer y agradecer las muestras de apoyo y afecto recibidas por grupos políticos de todo signo y color, del tejido social y de numerosos/as vecinas de nuestra ciudad.

 

Parecen escritas para nuestros días las palabras del dramaturgo antifascista Bertolt Bretch, es la misma lacra que hoy asoma la que él tuvo que enfrentar en la Alemania nazi

 

Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero, tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde.

 

 

IZQUIERDA UNIDA MIRANDA

PCE MIRANDA DE EBRO

En Miranda de Ebro a 21 de Mayo de 2020


1 comentario:

  1. A mí me importa. Me importan todos para que la sociedad no enferme de odio...
    Estos individuos contagian

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